HUGO ÁLVARO, UN ANTROPÓLOGO GLOBAL
Hugo Alvaro Soto es licenciado en Antropología por la Universidad Nacional del Centro del Perú (UNCP). En el 2014 realizó una pasantía en la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), y en el 2015 en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), ampliando su formación académica. Posteriormente, cursó una maestría en Responsabilidad Social, Relaciones Comunitarias y Gestión de Conflictos, consolidando su interés en el trabajo con comunidades, pueblos indígenas y los desafíos que estas enfrentan.
Nacido en Tanta, una zona altoandina ganadera en Yauyos, Lima, sus padres, Hugo Alvaro y Cresencia Soto (+), también son oriundos de esta región. Tanta forma parte de la Reserva Paisajística Nor Yauyos Cochas, un área protegida conocida por su belleza natural, con lugares emblemáticos como el Nevado Pariacaca y el Camino de Los Incas. Desde muy pequeño, Hugo estuvo al lado de sus padres, quienes se dedicaban a la ganadería. Este contacto con su tierra y su cultura hicieron nacer en él los primeros albores de su vocación.
Siempre destacó en sus estudios, ocupando los primeros puestos. Realizó su educación primaria en Tanta y, con el apoyo de sus padres, quienes buscaban que él accediera a mejores oportunidades, se trasladó a Huancayo para continuar su educación secundaria. Estudió en el colegio Santiago de Chongos Bajo, luego terminó su formación en el colegio Jorge Basadre de Chupaca. Durante su época escolar, Hugo ganó un concurso regional de CONCYTEC con un proyecto sobre plantas medicinales y en secundaria destacó en un concurso de debate a nivel provincial.
Su vocación hacia el trabajo con comunidades tiene raíces profundas en su historia personal: desde joven entendió las desigualdades que se arraigan en las poblaciones. Fue después de un megaproyecto de una represa en su tierra natal que su interés en la antropología se consolidó. Allí, observó el trabajo de profesionales de las ciencias sociales, quienes, según él, no brindaron soluciones adecuadas. Esto lo impulsó a buscar una propuesta de real beneficio mutuo, una visión que él denomina de “ganar-ganar”.
En 2011 ingresó a la Facultad de Antropología en la Universidad Nacional del Centro del Perú, donde señala como uno de sus principales logros la creación del circulo de estudios llamado Antropólogos Reflexivos Críticos e Innovadores (ARCI), que se dedicaba a analizar la realidad social de la región y compartir experiencias desde las aulas. Las pasantías realizadas en la PUCP y la UNMSM le permitieron conocer otras perspectivas de su carrera, y su participación en congresos y simposios visibilizó la importancia de la antropología. También representó a su universidad en el CADE Universitario, un evento que reúne a jóvenes líderes universitarios de todo el país.
Durante su tiempo en la universidad, Hugo siempre tuvo metas claras. Su dedicación al estudio era tal que sus compañeros lo apodaron “ratón de biblioteca”. Tal es así que aún como estudiante Hugo Álvaro logró publicar dos libros. El primero, sobre nociones básicas de antropología que sistematiza sus aprendizajes a lo largo de su carrera y el segundo aborda el tema del medio ambiente y las industrias extractivas en el Perú, dejando de esta forma un legado para las futuras generaciones de profesionales
En la UNCP, destaca el trabajo de la profesora Edith Maldonado, quien impartía cursos sobre la Amazonía y el turismo. Ella motivaba a sus estudiantes a ser mejores profesionales, recordándoles que lo más importante no era la nota, sino el aprendizaje.
Con esta experiencia desde las aulas, el magister Hugo aconseja a sus futuros colegas: “Nunca se olviden de dónde vienen ni a dónde se dirigen. Aprovechen las aulas para sentar bases, porque luego en el campo hay que aprovechar las oportunidades. Enfatiza que el mercado laboral es competitivo, debemos estar preparados para trabajar con equipos interdisciplinarios y globales. Demos cuenta que vivimos en un país de todas las sangres, con una diversidad cultural, con 55 pueblos indígenas y 48 lenguas originarias, más de 7000 comunidades campesinas y 1380 comunidades nativas; ahí está nuestro campo de intervención”.
Tras egresar, Alvaro Soto comprendió la importancia de la especialización para tener éxito. Él siguió llevando diplomados y cursos, por lo que actualmente cuenta con cinco especializaciones en temas clave como la dirección y gestión de proyectos, resolución de conflictos, relaciones comunitarias e inversión social, gobernanza de pueblos indígenas, turismo y gestión de recursos hídricos, cambio climático y conservación.
Su carrera profesional comenzó en Chijnaya Foundation en Puno, donde trabajó en turismo comunitario en el Lago Titicaca. Luego, obtuvo una beca en el Centro Bartolomé de las Casas, Cusco, para investigar sobre género y conflictos socioambientales en Espinar. Posteriormente, trabajó en el proyecto Glaciares de la ONG Care Perú, donde se encargó de temas de cambio climático y gestión de riesgos en la cuenca del río Cañete y dirigió estudios de línea de base en Huancavelica, Junín y Piura, trabajó para CEDIA Perú dirigiendo la MESA PIACI Loreto. Su trayectoria lo ha llevado a colaborar con organizaciones globales como Earthworm Foundation, GIZ Perú, LyC Mining-Fortescue, Nestlé, Helvetas y Solidaridad. Además, formó su empresa HR Social Consulting, dedicada a la temas socioambientales
Destaca su trabajo en instituciones del Estado como el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Sernanp) y en el Ministerio de Cultura, donde se encargó de la gestión participativa e identificación de pueblos originarios. Actualmente, es especialista senior en participación de las comunidades en la ONG estadounidense Forest Trends, y también es decano del Colegio Profesional de Antropólogos del Perú – región centro (2023-2025).
A sus colegas aconseja que rompan esquemas y sean emprendedores: “Existe un mito de que estudiar antropología es no tener trabajo, pero la realidad es otra cuando uno se dedica y se esfuerza (…) debemos sentirnos orgullosos e identificados con nuestra carrera, y finalmente, tejer redes de profesionales para trascender”, asegura.
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