CARMELA Y LAS DAMAS DE LA ENFERMERÍA
Carmela Haydeé Velásquez Ledesma, nació en Huancayo. Es hija de Don José Velásquez Ugarte, director de la afamada orquesta “Pepe Velásquez” que durante los ochentas y noventas alcanzó el mayor reconocimiento de toda nuestra región. Su ingente experiencia a lo largo de 50 años de ejercicio profesional, nos graficarán una época bella de la enfermería.
Carmela o Miss Carmela, como muchos de sus alumnos la tratan, es egresada de la Escuela de Enfermeras Regional del Centro de la ciudad de Tarma (EERC – T), hoy adscrita a la Universidad Daniel Alcides Carrión de Pasco. Es magíster en gestión de los servicios de salud, doctora en ciencias de la enfermería y past decana del Colegio de Enfermeros del Perú de la región Junín. Actualmente se desempeña como docente en distintas casas universitarias.
Describiendo sus años formativos superiores Carmela nos relata que por aquel tiempo su educación en estas aulas era bastante rígida por no mencionar castrense. Ella nos menciona que, básicamente, su institución educativa podría configurarse como un internado religioso, donde solo accedían mujeres preseleccionadas por rendimiento intelectual e incluso apariencia física.
Su formación duró tres años e incluyó prácticas pre profesionales en varios hospitales a nivel nacional, como la Maternidad de Lima o el Hospital Hermilio Valdizán, entre otros. En sus recuerdos, destaca que lo más relevante de su formación, fue superar el examen de egreso, ya que varias directoras de escuelas de importantes nosocomios (como del Hospital del Niño, por ejemplo) venían a evaluar su desempeño en un caso clínico.
Adentrándonos ahora en el tema laboral, Haydeé nos relata que egresó apenas a los 20 años y, siendo natural de Huancayo, tuvo que regresar a su hogar para “perder” la patria potestad e insertarse así al mundo laboral. No obstante, las disputas entre graduadas de escuelas versus graduadas de universidades (dado que con el paso de los años varias universidades incluyeron a la enfermería en sus carreras), generaron conflictos en nuestra protagonista. Empero, esto la motivó a retomar nuevos estudios para lograr posteriormente su bachillerato y licenciatura universitaria en la Universidad Nacional del Centro del Perú.
Terminado ello, la joven Carmela, favorecida por su rendimiento, pudo acceder una de las dos plazas ubicadas en la ciudad de Huancayo, iniciando su rol asistencial en el otrora Hospital de la Beneficencia “El Carmen”, llegando a asumir con el tiempo a coordinaciones y jefaturas de enfermería. Entre las más importantes podemos señalar la jefatura del Programa de Salud Básica Para Todos (PSBPT) desplegado en la periferia de la margen derecha del valle, la jefatura de centros (11) y puestos (44) de salud, y la jefatura de varios programas preventivos promocionales. Gracias a estos cargos, la Dra. Carmela adquirió la experiencia necesaria para enseñar a numerosos profesionales de ciencias de la salud.
Bueno, allí permaneció por 31 años, haciendo frente a la falencia de personal y la consecuente sobrecarga de funciones que esto conlleva; no obstante, nunca perdió la alegría y la calidez con que ella atendía a sus pacientes.
Pasando a otro campo, de forma paralela a su trabajo en el hospital, ella empezó a desenvolverse en la cátedra universitaria, tanto así que al jubilarse Velásquez optó inmediatamente por ejercer su vocación docente a tiempo completo. “Amaba enseñar todo lo aprendido en décadas porque sentía que mis alumnos eran la prolongación de mi vida profesional”, declara.
Su desarrollo como educadora universitaria se vio impulsado cuando incursionó en nuevas especialidades como la neuro educación, sexualidad humana, etcétera; mientras que, como profesora de posgrado, impartió cursos de gestión en salud, al compartir estrechamente con colegas con amplia experiencia en diferentes disciplinas.
No queremos concluir esta historia sin dejar de mencionar que la Dra. Vásquez Ledesma ostentó el cargo de vice decana del Colegio de Enfermeros del Perú en Junín (CEP) en los días en que Junín se denominaba “La Macro Región Centro” y fue decana del CEP, durante la época en que se dio la Ley del Enfermero y fue una de las primeras ganadoras de la lámpara de Florencia de Nightingale, por realizar el primer congreso internacional de enfermería comunitaria en Huancayo.
Para cerrar, Miss Carmela, insta a sus colegas a aplicar los principios humanistas que se han visto descuidados en cierta medida, recordándonos la importancia de volver a valorar el respeto hacia el individuo, la familia y la comunidad. Asimismo, enfatiza la necesidad de mantener una formación continua la cual, obviamente, abre las puertas a los profesionales de enfermería a nuevas oportunidades en diversos ámbitos como empresariales, políticos o educativos, tal como ocurrió con ella.
Y tú ¿Conoces a algún otro egresado que inspira?
CONTÁCTANOS AQUÍ