GILBERTI GALARZA, SORTEAR OBSTÁCULOS PARA LOGRAR EL ÉXITO

Felicia Galarza, es madre de nuestro protagonista y por sus carencias económicas migró a diversos lugares para salir adelante junto a sus hijos.

Para empezar, Yoel nos narra que inició sus estudios primarios en la escuela N° 30506 de Huaripampa, luego de unos años pasó a la escuela Mariscal Castilla de Tarma, para luego regresar y culminaren la escuela 30506 de su distrito de Huaripampa. Sus recursos limitados lo obligaron a trabajar desde muy pequeño junto a sus hermanos para el sostén de su hogar. Y, aun así, según nos comenta Gilberti, si bien destacaba casi siempre en el fútbol, fue en el último año del nivel primaria (sexto año) que logró el diploma académico de su promoción como el mejor alumno para el orgullo de su familia.

Al consultarle por sus formadores, nuestro protagonista hace especial mención a su profesora Elvia Ordoñez quien lo educaba con rigor y con comprensión, entendiendo que el pequeño Yoel Francisco estudiaba y trabajaba a la par.

De igual modo, su educación secundaria fue nómada. Empezó en el colegio San José de Jauja, para luego trasladarse a Lima (debido a que sus hermanos habían ingresado a la universidad en la capital) y estudiar en el Colegio San Agustín y culminar en la I.E. Emblemática Bartolomé Herrera del distrito de San Miguel.

En cuanto a su formación superior, Gilberti Galarza se muestra honesto en la entrevista y nos comenta que no hubo un interés particular por los números o alguna fuente de inspiración para estudiar ingeniería. Lo que lo motivó – como a muchos personajes con carencias económicas – fueron las ganas de conseguir un trabajo y con ello salir adelante.

“Mi familia directa, por ser tal vez de un pueblo pequeño no pudieron tener una profesión. Es por ello que, de cierta forma, mis hermanos y yo fuimos pioneros al llegar a una universidad y destacar cada uno en su profesión”, declara.

Hablando de hechos anecdóticos, Yoel nos narra que en los primeros ciclos no se hallaba cómodo con los cursos básicos de matemática, química y otros; los sentía tal vez inútiles. Empero, con el transcurrir de los ciclos, las materias se fueron especializando y conquistando al futuro ingeniero.

Mención importante merece la Dra. Amelia Chumpén, quien fue su mentora tanto al inicio de sus estudios universitarios como en sus clases finales de tesis uno y dos. “Yo la recuerdo con mucho aprecio. No tenía tiempo, también en aquella época me dividía entre el trabajo y la universidad; y ella me daba las facilidades para poder seguir estudiando, no retrasarme y estar al nivel de mis demás compañeros”, recuerda.

Como reflexión desde su perspectiva como universitario, el Ing. Gilberti nos asevera que para todos hay oportunidad. Nos recomienda comprometernos con nuestros objetivos, siendo perseverantes y disciplinados.  “Lo que importa no es caerse o fracasar, sino levantarse y volver a intentar”.

Adentrándonos en su vida laboral, una vez terminada la universidad tuvo la expectativa de iniciar como ingeniero en ODEBRECHT; sin embargo, empezó tan sólo como operario, mas no le rehuyó al trabajo y se esforzó en ello. Más tarde, emigró a una contratista en Antamina, desenvolviéndose en el área de mantenimiento, también como operario, donde obtuvo mayor experiencia. Es en este contexto y en la adquisición de un nuevo know how, fue que Gilberti Galarza evoluciona gracias a su empeño y su valor agregado, pasando de operario mecánico a líder y luego a supervisor.

La primera oferta transnacional se la hizo FLSmith, para trabajar en mantenimiento de molinos de gran dimensión; gran oportunidad que no la desaprovechó y se especializó. Poco después fue captado por METSO, una empresa líder en tecnologías sostenibles, soluciones y servicios integrales para las industrias de procesamiento de minerales, agregados y refinación de metales a nivel mundial.

Luego de un año de arduo trabajo METSO lo envía a México, para instruir y formar personal debido a la escasez de peritos en este campo.  Pasando luego a Finlandia, METSO Centro América en Panamá, para terminar, regresando al Perú por la crisis sanitaria mundial. Hoy es subgerente de METSO en Perú, monitoreando países como Chile, Suriname, Colombia, Bolivia y Ecuador; llevando un poco del conocimiento adquirido en todos estos años de trayectoria.

El mensaje final de Yoel Francisco es claro: al considerar una oferta de trabajo, no se debe priorizar el aspecto monetario de inmediato. Es fundamental que los candidatos demuestren su valía a través de acciones concretas antes de enfocarse en la remuneración deseada. Aunque se reconoce la importancia de retribuir adecuadamente, no se contrata únicamente a aquellos que cumplen con sus responsabilidades básicas, sino a quienes destacan y van más allá. Es crucial que los aspirantes también contemplen su desarrollo profesional y la posibilidad de una carrera a largo plazo, demostrando un compromiso genuino y desinteresado.

Y tú ¿Conoces a algún otro egresado que inspira? 

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